;
Cerrar filtro

Impecable

En la industria joyera, el término impecable hace referencia a una característica de calidad especialmente importante. Si un diamante es perfecto, tiene un grado de pureza especialmente alto que, en combinación con otras características como la talla, le confiere su brillo característico y su atractivo destello. El grado de pureza de un diamante se determina en todo el mundo según criterios especialmente estrictos. Para ello existe un sistema reconocido internacionalmente (GIA, Gemological Institute of America), a través del cual también se pueden registrar los demás grados de pureza de esta piedra preciosa. Pero también hay otros laboratorios reconocidos que ofrecen certificados y evaluaciones. Sin embargo, éstos difieren algo de la escala del GIA. La designación flawless es la máxima distinción que puede recibir un diamante en términos de claridad. Una piedra de este tipo no tiene inclusiones en su interior y no puede detectarse ninguna impureza de este tipo ni siquiera con una ampliación diez veces mayor. Como estas piedras preciosas son extremadamente raras, los amantes de la joyería sólo las encuentran en los precios más altos. Internacionalmente, el término inglés "flawless" o "internally flawless" se ha establecido para los diamantes sin defectos. La diferencia entre "Flawless" e "Internally Flawless" es que los diamantes con la clasificación IF (Internally Flawless) son 100% impecables por dentro, pero tienen ligeras imperfecciones en la superficie. Técnicamente no son defectos, pero son la única diferencia entre el extremadamente raro grado F y el muy raro grado IF. Los diamantes de estos dos grados también pueden denominarse "LC", que significa "Loupe Clean" (limpios con lupa). Si un diamante no tiene defectos, tanto los profanos como los expertos lo consideran perfecto.